10 mitos sobre el amor que la ciencia ha aclarado
10 mitos sobre el amor que la ciencia ha aclarado

Todos nos hemos realizado mil y un preguntas respecto al  y sus consecuencias: ¿Los hombres son infieles por naturaleza?, ¿las mujeres son más enamoradizas?, ¿el amor es ciego?, ¿las relaciones largas están condenadas al fracaso?. La ciencia responde estás y otras interrogantes que nos aflige el :

1. El amor es impulsivo: Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey) afirma que "el amor no es una emoción, sino un impulso, una necesidad fisiológica para el ser humano".

2. El amor crea adicción, es como una droga:  según un estudio realizado por la antropóloga Fisher en 2010, tanto la droga como el amor producen los mismos sentimientos placenteros, por ello, cuando la hormona dopamina (encargada de general el placer) desaparece, surge el mismo síndrome de abstinencia que con las drogas.

3. Amor a primera vista: cuando las  se enamoran empiezan a segregar dopamina y activan partes del cerebro que se encargan de la memoria y la rememoración. Es por eso que ellas tardan más en enamorarse, ya que necesitan más interacción con la otra persona. Por otro lado, los  activan zonas del cerebro correspondientes a estímulos visuales, por eso el aspecto físico prevalece.  

4. Obsesión por la otra persona: "El colocón del  lo producen las sustancias que fabrica su cerebro: el alto nivel de norepinefrina produce euforia y pérdida del apetito mientras el bajo nivel de serotonina tiene que ver con la obsesión de estar con el amado", explicó Helen 

5. El amor es ciego: el motivo ese "la pasión inicial se caracteriza por las desactivación de regiones del cerebro como la corteza frontal, implicada en la lógica y el razonamiento", afirma Morgado

6. Los amores prohibidos son los más queridos: se trata del "Efecto Romeo y Julieta", tal como explicó Carolina Bayo, coordinadora del taller La química del amor impartido en la Casa de la Ciencia de Sevilla: "No es de extrañar por tanto que los  crucen continentes para abrazarse unos pocos días o que cambien de trabajo o incluso mueran el uno por el otro, cuando el sistema se activa poco podemos hacer".

7. La llama se apaga: según declaraciones de Eduardo Calixto, jefe de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, el paso del tiempo hace que los receptores de dopamina empiecen a perder sensibilidad. Esto significa que en un periodo de tres años las parejas dejarán de responder al estímulo y desaparece esa sensación placentera de enamoramientom entonces es sustituida por la oxitocina que guarda relación con la sensación de apego.

8. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes: para Helen Fisher, cuando se da una  se pasa de la atracción a al frustración muy fácilmente, por ello, es normal que la persona que no ha roto la relación intente por todos los medios retomarla. 

9. Infieles por naturaleza: al respecto, el doctor en Psicología Christopher Ryan sostuvo que "la monogamia es antinatural, antes de ser sedentarios la reproducción no se limitaba a una sola pareja, pues cuantas más parejas tuvieran las hembras tenían mayores posibilidades de tener hijos", pero aclaró que "tenemos la capacidad de controlarnos. La monogamia es como ser vegetariano. Tú puedes decidir ser vegetariano y puede ser una decisión sana, inteligente y ética. Pero ser vegetariano no cambia el hecho de que por naturaleza eres omnívoro. En nuestra especie somos omnívoros tanto en la dieta como en el sexo".

10. Del amor al odio sólo hay un paso:  el amor y el  están íntimamente relacionados porque producen las mismas sustancias químicas, tienen mucho en común, según afirma Fisher. Sólo hace falta un pequeño detalle para que pasemos de un sentimiento al opuesto de forma radical. Uno ejemplo de ello es la ruptura, por ello, es probable que en la escala del odio de una persona a la que han dejado de mala manera pase de cero a cien en cuestión de segundos. 

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