10 errores más comunes de las madres primerizas

Ser madre es para muchas la mejor etapa de su vida, pero el ser primeriza puede traer consigo muchos mitos y/o acciones adquiridas de manera inconsciente debido a la presión y a la cantidad de cosas que puedas escuchar a tu alrededor. No hay mejor manera que cada madre aprenda con el día a día cómo criar a su bebé, pues no existe un manual para esto.

Pero hay algunos 'errores' que algunas mamis comenten durante esta etapa que todos deberíamos conocer y comenzar a entender que quizás se hacen con el solo afán de proteger al bebé. Conócelos y comienza a compartir tu experiencia con las nuevas mamis que quizás conozcas.

1. No esterilices todo lo que el bebé vaya a tocar. Una buena higiene es básica, pero el bebé debe entrar en contacto con cierta cantidad de bacterias para desarrollar un buen sistema de defensas, sin llegar a causarles una infección Esto no aplica a los bebés prematuros con quienes hay tener mucho más cuidado.

2. No es necesario sobrecargar al bebé con ropas 'abrigadoras'. Si el hogar tiene una temperatura de entre 20 22 °C, el infante solo necesitará un ropa de algodón y podrás saber si siente frío con observar si sus manos y o piececitos tienen un ligero tono morado. Ahí deberías abrigarlo un poco más, pero se sabe que el riesgo de asfixia y muerte súbita aumenta cuando tienen demasiadas prendas sobre su cuerpo. 

3. Sueño. Al cumplir el mes y medio, los patrones de sueño relaciones a luz-oscuridad del bebé comienzan a desarrollarse. Parar o silenciar las actividades 'porque el bebé está durmiendo' no es bueno ni para el infante ni para la familia. El recién nacido comenzará a identificar la luz del día durante las siestas y la oscuridad con el descanso y se desarrollará un horario más homogéneo para su sueño.

4. La higiene corporal es básica y fundamental, pero en los recién nacidos, el baño se recomienda dos o tres veces por semana pues la capa grasa de la piel lo protege de manera natural. Con mantener la zona de la ingle, nalgas y manos bien limpias a través de paños húmedos, no necesario que pase todos los días por la bañera, así sea con un jabón suave.

5. Pensar que el llanto 'fortalecerá' los pulmones de los bebés es erróneo. Los infantes lloran cuando necesitan algo y se debe buscar el por qué. ¿Cambio de pañal? ¿lactancia? ¿molestias en alguna zona del cuerpo? Todo con calma,  pero siempre brindándole apoyo para que se desarrolle un mejor vínculo padres-infante.

6. No dejar que nadie toque al bebé puede sonar exagerado, pero si hay personas alrededor que tienen algún síntoma fuerte de resfrío o quizás herpes labial, es de sentido común que la madre no deje que el bebé se acerque. Además la persona debe tener un poco de sentido común y mantener su distancia con el infante. 

7. Cambiar de pecho al momento de la lactancia. El bebé sabrá cuando está lleno y se puede palpar la mama cuando haya sido vaciada. No es necesario 'asumir' que ya terminó con uno de los pechos, pues la parte final de la lactancia en cada pecho es la que más grasa y nutrientes tiene. 

8. Se cree que si le rapas el cabello al bebé, crecerá más fuerte. Mentira. El desarrollo capilar del infante es heredado y se determina por los genes. Además, corre el riesgo de una baja súbita de temperatura pues el cabello en la cabeza lo protege del frío. 

9. La abuela sabe mucho, pero el especialista es el pediatra. Lo que quizás 'se acostumbraba' hace  30 años, ya no sea lo mejor. Es mejor escuchar a un experto en infantes para determinar cuáles son las mejores medidas a tomar en cuanto a salud para bebés.

10. Demostrar fuerza, cuando quizás se necesita de un descanso. Seamos honestos, un parto (natural o cesárea) trae consigo agotamiento y pensar que tras dar a luz, una madre ya debería estar lista para hacer todo lo que su recién nacido le demanda más lo que su familia 'espera' de ella, es erróneo. Aceptar que estás cansada, que tienes algunas limitaciones momentáneas y sobre todo que hay bajones emocionales durante los primeros meses de vida del infante, es normal. No está mal pedir ayuda, pues con la inexperiencia lleva el conocimiento y eso demuestra que eres humana y consciente de que nunca se deja de aprender. 

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