Para ningún padre es sencillo elegir un juguete. Es un objeto que el niño podría querer tanto como a su mejor amigo y con el cual pasará mucho tiempo.
Hasta los tres años los niños no son tan explícitos como para pedir un determinado juguete. Pero dentro de todas las posibilidades que nos ofrece una tienda, por lo menos tenemos bastante claro que hay objetos que definitivamente no son buenos a cierta edad.
Por ejemplo, los juegos de mesa que son particularmente difíciles, es mejor introducirlos recién de los ocho años hacia arriba. Así como esta, hay muchas otras señales de las que podemos guiarnos:
1. Las navajas suizas. Esos juguetes que lo hacen todo por sí mismos no le resultan para nada interesantes a los niños que pequeños que quieren explorar su propia creatividad.
2. Observar sus juegos. Para conocer sus gustos hay que analizar sus preferencias individuales al momento de jugar.
3. Juguete compartido. Cuando hay en casa varios niños seguidos, lo más inteligente es comprar un juguete que puedan compartir y disfrutar de la misma forma, ya que es muy probable que jueguen juntos.
4. Seguridad. Las piezas deben tener el tamaño adecuado y ser lo suficientemente resistentes para evitar accidentes.
5. Juegos caseros. No necesitas salir a comprar muchos juguetes si puede divertirse más armando los suyos.
--> Te puede interesar: Juegos para cada edad