Imagen
Imagen

Que uno de nuestros o hijas sean víctimas de una violación sexual es la peor pesadilla de cualquier padre. Pero también es una realidad latente en todas partes del mundo. Por ello, es mucho mejor prevenir que lamentar.
De los padres depende que los niños sepan reconocer las situaciones que no estén bien y las herramientas que pueden utilizar para no ser tan vulnerables frente a este tipo de agresiones. Estos cinco consejos provienen de Laura Landgraf, una víctima de abuso en la infancia que ha dedicado su vida a concientizar sobre esta problemática:

1. No cuidarse solo de los extraños. En la mayoría de los casos, el niño conoce al pederasta y le ve como una autoridad. Lo más importante en estos casos es que tu hijo reconozca las dinámicas de una relación normal. Los abusos comienzan con la ruptura de alguna norma de comportamiento aparentemente "poco importante".
2. Conocer a los delincuentes sexuales. Hay que estar prevenidos frente a quienes han sido juzgados por delitos de abuso infantil y pederastia cerca al vecindario. Pero eso no es todo, vigilar a quienes ya han sido reconocidos como criminales brinda un falso sentimiento de seguridad.
3. Define los límites de las relaciones con otros. Por ejemplo, un entrenador de fútbol es solo eso, no conductor de coche, niñero u otra cosa.  Es muy importante asegurarse de que tu pequeño entiende el papel que tiene cada una de estas personas en su vida. 
4. Actúa en contra de todo comportamiento inaceptable. Es importante que entiendas que el abuso sexual no se limita solo al contacto físico. La difusión de pornografía infantil, el voyeurismo y el exhibicionismo también son un crimen.
5. Mantente alerta ante situaciones preocupantes. Si alguien quiere pasar tanto tiempo con tu hijo como tú. O si alguien insiste en abrazar, besar, tocar, hacer cosquillas o jugar a las peleas cuando tu hijo no está buscando gestos afectivos, preocúpate.