6 remedios caseros que nunca debes emplear para tratar el acné

Para muchos, la presencia del acné se convierte en una pesadilla al no contar con una solución rápida y efectiva. En internet se encuentra una variedad de soluciones que están al alcance de nuestras manos, sin embargo, muchas de ellas solo terminan agravando el problema.

Debemos tener sumo cuidado al replicar las pautas que, probablemente, a muchos cibernautas les ha funcionado. Según la Dra. Kateryn Pérez Willis, dermatóloga de la clínica Continental, el primer paso para el tratamiento del acné es acceder a la atención de un especialista porque será quien brinde las pautas correctas para cada caso.

Si no ha sido de joven, podría ser de adulto. Todos estamos expuestos a sufrir de estas lesiones en el rostro. Algunos son más vulnerables que otros por sus genes, el medio ambiente, entre otras razones; por ello, es importante estar informado sobre qué decisiones tomar al momento de sufrir de acné. Toma nota de los siguientes remedios caseros que nunca debes aplicar sobre tu rostro para evitar infecciones o heridas:

Pasta dental: sea la marca que te recomienden, jamás emplees pasta dental mientras persista el acné en tu rostro. Puede producir irritación, enrojecimiento y deshidratación; y, además, es probable que provoque más granitos.

Limón: irrita la piel y, más aún, cuando hay presencia de acné. Suele dejar manchas ante la exposición del sol.

Naranja: probablemente se asocie a la vitamina C, pero, de acuerdo a cada tipo piel, puede irritar y empeorar el acné. La especialista recomienda tomarla como jugo en lugar de aplicarla sobre el rostro.

Baño de vapor: una zona inflamada (caliente) expuesta a un baño de vapor (caliente) solo termina por inflamarse más.

Alcohol: son muchas las personas que lo emplean para desaparecer el acné por sus efectos temporales, sin embargo, suele terminar irritando e hinchando la piel.

Jabón de ropa: Al igual que la pasta dental, puede quemar la piel del rostro.

De acuerdo a la especialista algunos remedios caseros que sí se recomienda son la sábila (aloe vera) y el pepino, que pueden emplearse como complementos al tratamiento que recomiende el especialista.

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