¿Recuerdas la primera vez que te maquillaste? Quizás de pequeña no notaste que esta tradición en el cambio de nuestra niñez a la adolescencia tiene todo un trasfondo que puede llegar a sorprenderte.
Si no conocías estos datos de belleza, pues, agárrate. Lo que vas a leer podrá hacerte ver el maquillaje de otra manera.
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Siempre hemos visto a Cleopatra con un extraordinario maquillaje. Y es que ya en el antiguo Egipto, entre el 4000 a.C, la mujeres ya utilizaban estupendos delineados y sombras color verde para atraer la fertilidad. Asimismo, fueron las primeras en utilizar pastas para colorear los labios.2
Si eres animalista, quizás esto no te vaya a gustar. Un ingrediente esencial para el maquillaje brillante, ya sean sombras o labiales, son las escamas de pescado. Pero no es el único animal utilizado como insumo para que las mujeres puedan lucir lindas. Los escarabajos aplastados se utilizaban en los esmaltes de uñas. En otras épocas, cuando el tono pálido en la piel estaba de moda, las mujeres utilizaban sanguijuelas para evitar el exceso en sus mejillas.3
En la gloriosa Inglaterra, la reina Isabel I, gustaba en demasía de los labiales. Ella creía que estos tenían un poder curativo y mágico. Tal es así, que al morir, sus labios estaban recubiertos por una capa de un centímetro de espesor en color carmín. Pero, aún en sud días de vida, llegó al extremo de mandar a realizar un color único y especial para que combine con su vestido de coronación. Se le llamó "el pintalabios de Bamoral" en atribución a su casa de campo escocesa.4
Si pensabas que el maquillaje es exclusivo de mujeres, pues te equivocas. En la antigüa Grecia, el teatro le permitía a los hombres utilizar polvos para caracterizarse lo mejor posible. Al no permitirle a las mujeres formar parte de las obras, ellos debían encarnarlas a la perfección con el uso de estos cosméticos.5
Durante la Segunda Guerra Mundial, se empezó a racionalizar el uso de labiales rojos. Aunque no lo creas, las mujeres debían formar filas para recibir un labial ya que los insumos utilizados eran los mismo para la producción de armamento. ¿Te lo imaginas?6
¿Alguna vez deseaste comprarte un producto de Max Factor? ¿Creíste que era un nombre muy original? Lo que no sabías es que se trataba del nombre de una persona. Max Factor fue un esteticista polaco judio que creo la marca con su propio nombre en 1909.7
Es natural que abras la boca al colocarte rimel en los ojos. ¿No te percataste que lo hacías? Abrir la boca permite que, como acto reflejo, se detenga el pestañeo. De esta manera, se reduce el margen de errores en el delineado o el estiramiento de las pestañas.También te puede interesar:
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