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París, Francia (AFP).- Un siglo después de su fundación,  reina en el mundo de la moda con un director artístico, Demna Gvasalia, que desata furor, como hizo en su época el diseñador español, un revolucionario de la silueta femenina.

La firma francesa presentó este domingo su última colección en las pasarelas de la Semana de la Moda de París, donde el próximo miércoles se inaugura además una exposición dedicada a su fundador, Cristóbal Balenciaga.

El georgiano Gvasalia, nombrado en diciembre mejor diseñador internacional del año por los prestigiosos Premios Británicos de la Moda, marcó el centenario de la firma, reinterpretando algunos de los modelos de alta costura diseñados por el español.

Desfilaron vestidos negros con grandes lazos, voluminosos, en una colección otoño-invierno en la que también destacaron los abrigos descentrados - abrochados casi al nivel del hombro -, así como atuendos inspirados en el automóvil, como las faldas que evocan las alfombrillas o los bolsos de mano metálicos que parecen retrovisores.

Gvasalia se inspiró en las fotografías archivadas por Balenciaga de sus creaciones, y las prendas diseñadas en ocasión del centenario se fabricarán solo por encargo, con el logo original de la marca o bien la inscripción del año y la colección.

- De la pasarela al museo -

La exposición, "Balenciaga, la obra en negro", en el museo Bourdelle, rendirá homenaje hasta el 16 de julio al que fue apodado por sus pares "el diseñador de los diseñadores".

Cristóbal Balenciaga (1895-1972) trabajó particularmente con el negro para poder concentrarse en los tejidos y las formas, creando cortes inéditos.

"De un vestido rojo, se dice en seguida que es rojo. De uno negro, se ven las formas y las proporciones, y a la vez, la mujer que lo lleva", dijo la comisaria, Véronique Belloir.

En Balenciaga, que creó su firma en San Sebastián y se instaló en París poco después de estallar la guerra civil española, se percibe "la libertad de quien conoce a la perfección el corte".

Seda, satén, tafetán, muselina, gazar... el diseñador "trabajaba los tejidos imprimiéndoles movimientos, anticipando sus reacciones, de forma que dieran lo mejor de si mismos".

Vestidos de su línea barril, de inspiración decimonónica, boleros, trajes semi entallados, y su famoso "vestido saco" o su revolucionario "baby doll" son exhibidos en la muestra.

Las prendas de líneas depuradas de quien aseguraba poder vestir a todas las mujeres, dejan casi siempre una cierta distancia con el cuerpo, posándose a menudo en un corsé cinturón.

"Nadie ha trabajado como él el equilibro de las prendas, borrando algunas partes de la morfología femenina", como la cintura o el escote, para poner el acento en la espalda y bascular la silueta hacia atrás.

Mangas 7/8, cuellos despejados, hombros ligeramente anchos, son también denominadores comunes de sus creaciones.

- Seducción española -

El resultado es un juego de elegancia y seducción sutil, algo que, según apuntó Belloir, es "profundamente español".

"Como la pintura renacentista española, que no mostraba la belleza al desnudo sino que la sugería, Balenciaga dejaba que la sombra revelara la luz".

La muestra expone unos 60 modelos diseñados durante su época parisina, entre 1938 y 1968, cuando cerró la firma y se retiró a España.

Su última aparición en público fue no obstante en París, para el funeral de Coco Chanel, en 1971.

La firma reabrió veinte años más tarde, dedicada al "prêt-à-porter" y actualmente es propiedad del grupo Kering.

Según el informe anual de 2015, Balenciaga cuenta con un centenar de tiendas en el mundo y una en internet accesible en 95 países.

La firma será además objeto de una exposición a partir de mayo en el Museo Victoria and Albert de Londres.

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