Magaly Moro

Aldair ( 32 años, Villa El Salvador). Estimada doctora Moro, jamás pensé enviarle una carta, pero si ahora lo hago es porque en esta pandemia he perdido muchos amigos por culpa del coronavirus; ya no sé con quién conversar sobre mis temas amorosos.

Tengo una relación sentimental con Constanza, una trujillana hermosa de 28 años. Desde que nos conocimos hemos coincidido en casi todo, y en los temas que no, siempre respetamos la opinión del otro. Sin embargo, desde que el presidente Sagasti comunicó que las vacunas chinas están por llegar al país, no dejamos de discutir porque ella no cree en su efectividad.

“¿No te das cuenta que los chinos nos quieren meter un chip para controlar nuestras vidas? Ese era su objetivo. Te apuesto que ellos crearon el virus a propósito”, expresa con total convicción cada vez que le digo que yo sí me voy a vacunar con la china o con la que venga.

Lo peor de todo, señora Moro, es que esta situación está pasando a mayores porque ha empezado a compartir teorías conspirativas sobre todas las vacunas en sus redes sociales. Precisamente, eso es lo que me da mucha cólera, porque si ella no quiere creer, está bien, pero no me gusta que intente llenar de mentiras la cabeza de otras personas.

Además, mi mamá la tiene como amiga en Facebook y ya vio esos videos. Sé que en cualquier momento me va a decir: “Hijo, tu prometida tiene razón. Mejor no hay que vacunarnos”. Necesito su consejo para saber cómo actuar. ¿Qué hago?

Ojo al consejo

Querido Aldair, entiendo tu indignación, ya que tu pareja no se está informando adecuadamente. No solo eso, sino que además está difundiendo en sus redes sociales noticias sin argumento.

Hoy la vacuna es el arma más fuerte para poder enfrentar la pandemia. Intenta dialogar con Constanza, sin discutir ni alterarse, y comunica lo que te molesta. Suerte.