Magaly Moro

Susana (47 años, Surquillo). Estimada doctora, me encanta su sección y espero que pueda ayudarme. Le comento que soy madre de tres hijos que amo con locura. Me divorcié a los 42 años porque mi matrimonio era insostenible. Desde aquel momento no quise darme otra oportunidad en el amor, me dediqué a criar a mis niños y a forjar amistades, ya que cuando estuve casada mi entonces esposo me prohibía tener amigos porque era muy celoso.

Hace dos años decidí iniciar un negocio de decoraciones y mi hermana me pasó el contacto de una vendedora mayorista de implementos como globos y cintas. Su nombre es Maricela y desde que la conocí me cayó super bien. Ella siempre llegaba a mi casa para entregarme mis pedidos junto a su hijo, un joven de 26 años, alto, divertido y muy sociable.

Al comienzo solo lo veía como el hijito de mi casera, sin embargo, mi percepción cambió cuando empezó a venir solo a mi casa, ya que su mamá se enfermó. Pasábamos una hora a la semana conversando, mientras despachaba y revisaba los materiales que me entregaba.

Señora Magaly, no sé cómo pasó, pero en un mes dejamos de vernos como cliente y vendedor y pasamos a vernos como hombre y mujer. Nos deseamos y, en varias ocasiones, hemos terminado besándonos. Ahora creemos que estamos enamorados, pero no sabemos cómo comunicarlo a nuestros seres queridos y, sobre todo, a mi casera. Sé que se va a enojar demasiado. No quisiera renunciar a esto, ¿Qué hago?

Ojo con el consejo

Querida Susana, probablemente estés asustada por la diferencia de edad, pero es algo que no debe preocuparte, actualmente estas cosas ya no son un problema. Si realmente están enamorados, inténtenlo. Quizás sí funciona, nadie sabe.

Por otro lado, sé que tu casera con el tiempo va a entender y respetar su romance. No te precipites a sacar conclusiones. Suerte.