Magaly Moro

Rolando (39 años, Villa María del Triunfo). Señora Moro, me siento muy confundido con la conducta de Mariela, una joven con la que estoy saliendo hace poco tiempo. Al principio, parecía ser una mujer humilde, trabajadora y sincera. Recuerdo que las primeras veces que le entregaba regalos, siempre me decía: “Rolando, no gastes mucho, no es necesario, yo te quiero por lo que eres”. Sin embargo, ahora la historia es completamente diferente y parece que todo acabó.

Acepto que yo tengo la culpa. La acostumbré a darle joyas y otros obsequios. Lo hacía porque me nacía, pero el problema surgió luego de que ella me confesara algo. “Chiquito, te quiero decir algo, pero espero que no lo tomes a mal. Tus regalos son bellos, pero yo prefiero que me transfieras el dinero porque me gustaría gastarlo en otras cosas. ¿Puedes hacerlo?”. Luego de esas palabras, solo atiné a sonreír y asentir con la cabeza. No obstante, por dentro estaba completamente decepcionado. ¿Cómo me va a pedir eso?

Como Mariela me gustaba mucho, decidí pasar por alto este impase y continuar como si nada, pero dos semanas después, Mariela insistió con el tema. Esta vez no me pude aguantar y le respondí: “No me parece correcto que me pidas dinero tan suelta de huesos. ¿Lo haz hecho con otros salientes o exparejas?”. Para qué le dije eso. Se ofendió terriblemente, me dijo que era un ridículo y me bloqueó de todo. Me siento mal, avergonzado. Ya no me interesa esa mujer, pero no me gustó cómo acabó todo. ¿Qué hago, doctora?

Ojo al consejo

Estimado Rolando, no debes sentirte culpable por expresar lo que sientes. Es normal que te incomode la petición de Mariela. En todo caso, si esta joven ya no te interesa, pero sientes culpa por la forma en que terminaron las cosas, puedes enviarle un mensaje deseándole lo mejor. Recuerda que en una relación, los dos deben sentirse bien así todo acabe. Mucha suerte.