Magaly Moro

Gabriela (39 años, San Juan de Lurigancho). Doctora Moro, soy una patética, me da vergüenza contarle la gran inseguridad que siento ahora, pero necesito su consejo porque no quiero perder a mi pareja.

Elías y yo llevamos juntos dos meses. Nos hemos conocido a través de una app de citas y, cuando lo vi en persona, me quedé cautivada con su sonrisa, pero sobre todo con su musculosa anatomía.

La verdad, yo pensé que no le gustaría, soy una chica gordita, pequeña y sin nada fuera de lo común. Sin embargo, Elías dice que soy muy guapa, inteligente y chistosa. Cuando estamos juntos, no para de reír con mis ocurrencias. La química entre nosotros es muy fuerte y mágica, a su lado me siento en las nubes, es increíble el poder que tiene sobre mí.

Todo nos va bien, pero mi gran dilema es que, hasta ahora, no he aceptado pasar la noche a su lado porque mi chico tiene un cuerpazo, unas pompas súper tonificadas, redonditas y grandes; en cambio, yo soy toda fofa y sin nada de trasero. Señora Moro, no puedo creer que él tenga más trasero que yo y no solo eso, sino que esté en mejores condiciones.

Esta situación, que podría parecer ridícula, me asusta porque temo que, cuando me vea desnuda, se desenamore de mí. Desde que inicié una relación con él, hago ejercicio a diario, pero no veo resultados. Mi Eli no sabe de mis inseguridades, no quiero espantarlo, pero últimamente está raro porque cree que no me gusta lo suficiente como para dar el siguiente paso. ¿Qué hago, doctora? Ayúdeme, por favor.

Ojo con el consejo

Querida Gabriela, por lo que me cuentas, Elías te quiere tal y como eres, no tendrías porqué avergonzarte de tu físico. Si sigues callando tus temores y no los compartes con él, podrían haber malos entendidos y hasta corres el riesgo de perder a tu pareja. Lo que te aconsejo es que hables con tu chico, sé sincera, él te comprenderá y hará lo necesario para que te sientas cómoda. Suerte.