María (45, Pueblo Libre) Amo a mi esposo y he pasado muchos años a su lado, pero aún tengo heridas que no han logrado sanar, doctora. Yo comencé con Carlos cuando era muy joven, él fue mi primer amor y hasta ahora es el único hombre que he amado. Ya tenemos 25 años de casados y, pese al tiempo, no puedo desligarme de mis propios fantasmas. Es muy difícil.
Lo que pasa es que de jóvenes, él me engañó en varias ocasiones y yo siempre lo perdoné. Lo que nunca pude aceptar es que me traicionara con una chica que formaba parte de nuestro grupo de amigos. Ella tenía muy mala reputación y sabía que él estaba conmigo, pero se metió en la relación y quiso separarnos para quedarse con él. Obviamente, no lo logró porque él me amaba.
Sin embargo, ella siempre lo buscaba y Carlos caía en sus redes, aun después de tener a nuestro primer hijo. Su familia no me quería, así que se prestaba al juego para que me cansara y lo dejase libre. Yo no podía, lo amaba y teníamos una familia. Además, él juraba que iba a cambiar. Un día me cansé y decidí separarme, pero Carlos me buscó y logró convencerme. Después de eso, no supe más de la chica. Se alejó y nosotros nos fuimos de Lima. Ya han pasado muchos años, pero esta semana descubrí algo que me perturbó por completo.
Mi esposo dejó su Facebook abierto y descubrí que había comenzado a hablar con esa mujer desde hace tres meses. Él jura que no ha pasado nada y que solo conversan como amigos, pero no le creo. No me siento tranquila. ¿Qué hago, doctora?
CONSEJO. Existen heridas que son muy difíciles de cerrar. Conversa con tu pareja sobre tus sentimientos y busquen una solución. Tal vez necesiten ayuda profesional.