Casos del Corazón: Tengo sexo en cualquier lugar

Margarita (29, Comas) Empezó como un juego, pero se ha convertido en mi adicción. Doctora Magaly, desde los 18 años tengo una vida sexual activa, plena y responsable. Sin embargo, recién en este 2015 he podido probar nuevas experiencias que me han llevado hasta el cielo. Todo a raíz de un encuentro ocasional que tuve con Alberto, un muchacho atractivo, vigoroso y un verdadero artista en la cama.

Me lo presentaron unas amigas en una discoteca, mientras lo contemplaba bailar muy bien la salsa y moverse como un trompo en la pista de baile. Recuerdo que yo lo miré algo coqueta y él me respondió con una sonrisa. Bailamos tanto que poco a poco nuestros amigos se fueron hasta dejarnos solos. Luego, pasó lo inevitable. Tras unos tragos, bailes y roces de nuestros cuerpos decidimos ir a un hostal; pero en el camino, al pasar por un parque, vimos una pareja teniendo relaciones sexuales. Era tanta nuestra excitación, que eso nos encendió más y buscamos un espacio cubierto de arbustos. En medio de la oscuridad, él recorrió todo mi ser y me dio el mejor sexo del mundo. Desde entonces nos dejamos llevar por nuestras hormonas y tenemos sexo en cualquier parte. Lo hemos hecho en baños, un concierto, de viaje en un bus y hasta en una cabina privada de Internet. Nos va de maravillas, pero tengo miedo de que nos “ampayen”. Hemos tratado de disfrutar en un hostal o su departamento, pero no es la misma sensación. Solo lo prohibido nos prende al máximo. ¿Qué hago, doctora? Creo que esto se nos está yendo de las manos.

CONSEJO. No es nada higienico el sexo en cualquier parte. Ten cuidado. Tampoco tu vida sexual debe ligarse a lo prohibido. Hay terapias que pueden ayudarte.