Magaly Moro |

Fernanda (29, Lince). Doctora Moro, estoy muy afectada, jamás pensé que Eduardo podría hacerme tanto daño. Parecía que todo iba bien entre nosotros, pero de un momento a otro dejó de contestar mis mensajes y llamadas; simplemente desapareció de mi vida sin dar ningún tipo de explicación. Al principio, todo parecía completamente normal. Apenas nos conocimos, intercambiamos números de teléfono, tuvimos varias citas y, después de tres meses, decidimos empezar una relación. Pero, de repente, cortó todo tipo de comunicación conmigo.

Los primeros días fueron una pesadilla, pensé que le había pasado algo, pero de tanto stalkearlo descubrí que andaba tranquilamente divirtiéndose. Señora Moro, no sabe cuántas noches he pasado en vela, preguntándome qué pude haber hecho mal. Días enteros llorando y sin comer. Tan mal estuve que mis amigas me recomendaron visitar a un psicólogo. Era la primera vez en mi vida que pasaba una situación como esta.

Me duele que Eduardo no haya sido sincero conmigo, solo tenía que decirme que no le interesaba o que ya no quería continuar con nuestra relación. Mi psicólogo me comentó que esta práctica, de desaparecer como si nada, se llama ghosting, que se traduciría como “hacerse el fantasma”. En mi opinión, tal conducta solo es de cobardes.

Doctora Moro, tengo sentimientos encontrados, lo odio por momentos, pero también siento que aún lo amo y que si regresa lo perdonaría. ¿Qué hago para salir de este laberinto? Ayúdeme.

Ojo al consejo

Estimada Fernanda: debe ser muy duro lo que pasas, pero tranquila, tiempo al tiempo. Por ahora, continúa recibiendo ayuda profesional, en un caso como este es muy importante recibir orientación de expertos. También trata de recordar lo malo de esa persona, el dolor que te está causando, para poder olvidarla. No te culpes, es lo peor que puedes hacer. Suerte.

TAGS RELACIONADOS