Magaly Moro

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mariela (25 años, Villa El Salvador). Doctora Magaly, estoy enojada con mi enamorado. Puede parecer una tontería el motivo, pero no lo es.

Sucede que Mario, mi chico, es muy cariñoso. Suele llamarme de diferentes maneras, todo en buena onda y con el afán de demostrarme que me quiere.

Tenemos un año de relación. Durante todo este tiempo he escuchado frases como “mi bebita”, “mi flaquita bella”, “mi china”, “mi pequeñita” y en las últimas semanas “mi osito panda”.

Cualquiera diría: “qué lindo tu enamorado por llamarte de forma tan cariñosa, debes sentirse complacida”. Lo cierto es que no, no me agrada en lo absoluto que me diga esas frases cariñosas. Lo que pasa es que casi todas se refieren a mi físico. Poseo ojos rasgados, soy baja de estatura, delgada y tengo ojeras.

Lo que más me desagrada son mis ojeras. Hace poco le dije a Mario que no quería que me diga “mi osito panda” porque me recuerda que tengo unas ojeras marrones y grandes que hacen que luzca cansada y demacrada.

Él pareció entender. Por unos días dejó de llamarme así; sin embargo, nuevamente lo volvió a hacer. Estoy harta. Le dije, nuevamente, que no me agradaba esa frasecita, pero él me respondió que si seguía con mis críticas nunca más me llamaría de forma cariñosa.

Señora Moro, aunque estoy enojada con mi chico, tampoco quiero que se resienta. ¿Qué puedo hacer? Ayúdeme, por favor.

Ojo al consejo

Estimada Mariela, entiendo tu fastidio. Te aconsejo que le expliques con tranquilidad a Mario el motivo por el cual te desagradan esas frases. Dile lo que sientes al escucharlas, pero que valoras mucho que sea tan cariñoso contigo. Pídele que sea empático y que se ponga en tu lugar. Considero que tu problema se soluciona con un diálogo sincero y claro. Mucha suerte.