Casos del Corazón: Estoy con él por compasión

PAMELA (28, Surco). Estoy con Jean solo por compasión. No lo voy a negar. Me da pena porque siempre tiene mala suerte en el amor y ya van numerosas chicas que lo han choteado, incluso de manera cruel, como Norma, quien le dijo que era un adefesio, así, con todas sus letras completitas.

A mí no me gustan esas cosas, doctora. No me creo tampoco una defensora de los débiles, pero me fastidia que humillen a las personas y como Jean quedó hecho un mar de lágrimas, decidí convertirme en su enamorada y estar a su lado.

Jean, obviamente, se sorprendió porque yo nunca le daba pelota; sin embargo, cuando le dije que hablaba en serio, se alegró mucho y me siento contenta, ahora, junto a él.

Pero no estoy enamorada. Simplemente, me da pena Jean y quiero alegrarlo. Y me satisface verlo muy entusiasmado tomándome de la mano, besándome apasionadamente, corriendo a la discoteca o al cine o sentados en el parque contándonos cómo nos fue en el día o cualquier chisme.

Jean, en realidad, no es guapo ni atractivo, es demasiado normal, diría yo. También es aburrido y previsible, pero Dios hizo a cada uno como es, ¿no?

Jamás lo vi tan feliz como la otra vez que me hizo suya en un hostal. Me contó que las otras chicas lo despreciaron en la intimidad y hasta se burlaron de él. Conmigo, en cambio, la pasó de maravillas, disfrutando de mis curvas, de mi piel suave, mis íntimos secretos y hasta haciéndome delirar con sus besos y caricias.

No sé hasta cuándo durará esta situación, pero, le confieso, me siento muy bien con Jean, pese a que sea solo por compasión. No sé si es que las cosas llegarán a mayores, pero me alegra verlo tan contento.

CONSEJO. Creo que debes pensar bien en lo que estás haciendo. El chico está muy ilusionado contigo y eso de estar como defensora de los débiles no es lo correcto.