Magaly Moro

Renato (31 años, San Miguel). Doctora Magaly, tengo la necesidad de confiarle mi caso para que de esa forma usted pueda ayudarme. Desde que empecé a trabajar no puedo ver personalmente a Tarcila, la chica de la que estoy enamorado.

Hace seis meses que conseguí un ascenso en mi trabajo y ha sido el mejor regalo de este 2022 porque sentía que merecía ese puesto hace mucho. Sin embargo, esto ha venido con grandes responsabilidades que han ocupado mi tiempo por completo.

Por esta situación, mi relación se está terminando de a pocos. Ni el teléfono ni las redes sociales nos han servido en este caso, ya que ella detesta estar pegada a un celular.

Me da tanta rabia que mis labores estén acabando con todo lo que había construido con Tarcila, con lo que me costó establecer una cercanía con ella, ya casi le iba a pedir que sea mi esposa, sentía una gran conexión.

Lo peor es que me he enterado que el hijo del amigo de su papá, un doctor, los va a visitar constantemente y su hermana me ha dicho que ha puesto los ojos en mi Tarci y temo perderla. Doctora, realmente odio esta situación. Me encuentro entre la espada y la pared. No quiero renunciar a ese trabajo soñado y mucho menos al amor de mi vida.

Por favor, necesito que me ayude para encontrar un equilibrio. Me duele ver cómo mi relación tan bonita se termina por mi culpa, ¿Qué puedo hacer? Requiero de una pronta solución. Ayúdeme, por favor.

OJO al consejo

Renato, tú tienes la clave para solucionar este problema. Ya lo has mencionado. Necesitas buscar un equilibrio. Primero, conversa con tu pareja y dile que los sentimientos hacia ella siguen como el primer día para que no vea un desinterés. Asimismo, lleguen a acuerdos. Quizás tú puedes encontrar tiempo para verla y ella hacer el esfuerzo de usar las redes sociales. Luchen por su amor.