Casos Del Corazón: Le di mi “totó” a un “pulpín”
Casos Del Corazón: Le di mi “totó” a un “pulpín”

Kiara (36, Cercado de Lima) Soy una mujer que le gusta vivir a plenitud. Jamás me he puesto límites y menos en el amor. Sin embargo, últimamente esta situación me ha traído serios problemas. Sucede, doctora Magaly, que un practicante de mi trabajo me hace perder la cabeza y no puedo evitarlo.

Su nombre es Gerardo y desde hace tres meses entró a laborar al estudio contable que dirijo. Es muy atento, amable y tiene vocación, aunque a veces se relaja un poco. Precisamente un día le llamé la atención por un error de tipeo en unas cifras y fue cuando empezó todo. Mientras le hablaba noté que observaba mis senos. Lejos de molestarme, eso me excitó. Hace tiempo no sentía ese fuego en los ojos de un hombre, así que decidí seducirlo. La ocasión ideal sería una fiesta de confraternidad de la oficina. Me animé a ponerme un vestido negro escotado y minifalda apretada que marcaba mi figura. Todos me miraban, pero yo solo quería a Gerardito, el muchacho de 22 años, guapo y atlético.

Me junté con él y otros compañeros hasta que por fin me sacó a bailar. Se movía de un lado a otro, restregándose contra mi cuerpo. En un momento soltaron la canción de el “Totó”, hecho que puso más picante la fiesta. Al final, le dije para tomar unos tragos en otro lado y terminamos en un hotel. Solo recordar sus mordidas y fuerza entre las sábanas me encienden al máximo. Lo hemos repetido varias veces, pero temo que alguien se entere. Sé muy bien que él solo se divierte; sin embargo, creo que me estoy enamorando. ¿Qué hago?

CONSEJO. Estás jugando con fuego. Si sabes que no te toma en serio lo mejor es cortar. Y él, como hombrecito, debe mantenerse callado y olvidar todo. Suerte.

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