Me gusta, pero tiene hijos: “tengo el peor de los obstáculos”
Me gusta, pero tiene hijos: “tengo el peor de los obstáculos”

Magaly Moro

Jorge (39 años, Puente Piedra). Doctora Magaly, siempre escuché que el amor es lo más hermoso, pero soy un casi cuarentón que jamás se había enamorado y, cuando al fin lo logro, tengo el peor de los obstáculos. El más terrible.

Antes de empezar el año conocí en un supermercado a Marisol, una guapa veinteañera de 1.70 de estatura, ojos color café y una cabellera castaña.

Solo conversamos un par de horas en el estacionamiento y, de inmediato, nos gustamos. Aquella vez, fluyó todo tan perfecto que al despedirnos le robé un beso. Le juro que jamás me había pasado algo así. Fue algo demasiado mágico, inexplicable.

Desde entonces, comenzamos a coquetear por redes sociales y a conversar muy seguido por WhatsApp. Todo iba muy bien, pero había un detalle que Marisol no me dijo: era madre de dos pequeños.

Normalmente, conversábamos desde nuestras habitaciones. En su casa siempre había mucho ruido de niños.  Luego de chatear y llamarnos por un mes se me ocurrió preguntarle si los niños que gritaban eran sus sobrinos y me respondió: “No, son mis hijos”. Cuando dijo “hijos”, pensé que me estaba bromeando, pero no fue así. Empecé a revisar detenidamente sus redes sociales y, efectivamente, siempre salía con un par de pequeños.

La verdad es que me gusta mucho esta chica, pero no sé si pueda ser un buen padrastro; quiero ser papá, pero de mis propios hijos. Sé que suena crudo, pero nadie me puede juzgar por eso. ¿Qué hago, doctora?

Ojo al consejo

Querido Jorge, entiendo tu postura y es respetable.

Lo más adecuado en estos momentos es que seas sincero con Marisol. Si te gusta, pero sientes que no puedes tener un futuro con ella porque ya tiene dos niños, entonces, díselo. Claro, utiliza las palabras adecuadas para no lastimarla. No le hagas perder más tiempo a ella ni tampoco lo pierdas tú. Suerte.