Magaly Moro

Eduardo (39 años, Villa El Salvador). Doctora Moro, le escribo porque realmente estoy muy agobiado. María Claudia, mi conviviente desde hace tres años, es muy conflictiva y me hace pasar malos ratos.

Todas las veces que salimos a realizar las compras al supermercado se termina peleando con las cajeras o con el personal de seguridad. Nunca está conforme con el servicio. Incluso le ha gritado a los señores de limpieza porque estaban trapeando cerca de ella. Entiendo que se puede molestar, pero considero que no era necesario que llame al supervisor por algo tan simple. Solo se hubiera ido de ese pasadizo y listo, pero no. Ella decidió armar un escándalo por algo tan tonto. Lo peor de todo es que siempre me arrastra a ese show.

En otra ocasión la invité a cenar por nuestro aniversario de enamorados a un restaurante en Barranco. Cuando el mozo nos trajo los platos, ella se dio cuenta que a su comida le habían echado tomate y a ella no le gusta esta verdura. Doctora, ni siquiera llamó al mesero para pedirle que le cambie de plato, solo atinó a gritar como loca en medio del local.

“¿Dónde está el administrador?, necesito hablar con él por tener empleados ineficientes”, repetía sin cansarse. Yo solo atiné a tratar de calmarla, pero fue imposible. Así que pagué la cuenta sin haber comido y me la llevé a otro lugar. Así como este episodio, hay muchos. Realmente no sé qué hacer. La amo mucho, pero es insoportable. Necesito de sus consejos. ¿Qué hago?

OJO con el consejo

Estimado Eduardo, precisamente los años de relación te permiten conocer mejor a la persona y eso está bien. Si actualmente actitudes como las que tiene María Claudia no te gustan, entonces díselo.

Si ella realmente te ama, va a entender que esto te incomoda y tratará de cambiar. Tampoco está bien que vaya por la vida gritando a las personas. Suerte.