Magaly Moro

Antonio (44, VMT). Querida Magaly, estoy al borde del divorcio. Llevo 10 años casado, tengo un hijo pequeño, pero no soporto más a mi pareja. Desde que éramos novios, ha sido muy problemática conmigo. Cada conversación es sobre una queja, la amé por muchos años, pero lamentablemente ya superó mis límites.

Mi esposa es una mujer muy nerviosa, siempre que discutimos es como si se encerrara en una idea de la cual no puede salir. He intentado de todo, hablé con ella desde jóvenes y me prometió cambiar, pero año tras año me ha dado solo eso: promesas. Entiendo que, al igual que todos, sienta preocupación e incomodidad cuando algo no marcha bien en la relación, sin embargo, lo lleva al extremo retrasándome para ir al trabajo, llamándome insistentemente, incluso, acosando a mi familia diciéndoles que me pasó algo para poder comunicarse conmigo. Este comportamiento ha llegado al punto que he tenido que bloquear su número y eliminarla de mis redes sociales.

Mi mujer siempre me espera en casa molesta para seguir discutiendo o, según ella, para “solucionar las peleas”. He intentado razonar a su modo, pero después de horas de conversación, sigue cerrada en su misma idea y no me deja buscar la paz. Cuando le pido dejar de hablar sobre un tema y tratarlo al día siguiente, prefiere pelear antes que dormir. Quiero terminar mi matrimonio, pero sé que ella hará un drama y terminará convenciéndome de intentarlo otra vez. ¿Cómo me libro de la madre de mi hijo, doctora?

OJO al consejo

Estimado Antonio, si sientes que tu mujer ha perdido la cabeza, te entiendo. Este tipo de comportamientos no pueden ser tolerados en una relación de pareja. Habla con tu esposa, explícale por qué quieres tomar esta decisión y deja claro que te estás marchando porque ya lo intentaste todo. Invítala a llevar una terapia de sanación para cerrar esta etapa, le servirá.