Mi mamá va al tragamonedas
Mi mamá va al tragamonedas

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Esteban (19 años, San Juan de Lurigancho). Doctora, me siento desesperado. Desde hace varios meses mi mamá se ha vuelto adicta a las máquinas tragamonedas. Hasta ahora no entiendo cómo llegó a parar en un lugar como ese si ella solía criticar a las personas que se dedicaban a los juegos de azahar. Desde la muerte de la abuela, mi mamá ha dejado de ser la misma. Antes se dedicaba a atendernos, le gustaba estar más tiempo con nosotros, pero ahora es como si le aburriera nuestra presencia. A todos nos dolió la muerte de la abuela, ella era una mujer demasiado alegre, siempre nos apoyó en los momentos más difíciles, hasta cuando mis papás se separaron y mi mamá no quería salir de la casa porque sentía vergüenza. Extrañamos a la abuela, aún no puedo creer que se haya ido tan rápido por culpa del cáncer. Mi mamá asegura que ha tomado su muerte de una manera tranquila. “Ahora ella está en paz”, dijo cuando falleció. A las semanas de su partida, comenzó a salir todas las tardes. Después de unas semanas nos dimos cuenta de que se había vuelto aficionada a los casinos. Almorzaba y ya no aparecía hasta la noche. Siempre venía oliendo a cigarro. Su estado de humor cambia dependiendo de si ha ganado o perdido. Por lo general regresa con las manos vacías, así que casi siempre viene de mal genio. Hemos conversado con ella para que deje ese vicio, pero no hace caso. El mes pasado nos cortaron la luz y el teléfono porque ella se gastó el dinero en el tragamonedas. No sé qué hacer, es mi mamá, pero no me gusta ver la persona en que se ha convertido. Doctora, ¿qué debo hacer?

OJO CONSEJO:

Querida, ella está llenando el vacío emocional por la muerte de su madre. Es importante el apoyo familiar y que pueda acudir a un especialista.