Magaly Moro

Enrique (29, Lince). Señora Moro, me siento tan tonto porque estoy por superar los 30 y aún no me he titulado, todo por culpa de Roxana.

A los 25 me gradué como ingeniero geólogo en una universidad nacional. Ese momento fue único, nunca había visto tan felices y orgullosos a mis padres. Recuerdo que en la cena que me prepararon me pidieron que no dejara pasar mucho tiempo para titularme, pero yo hice todo lo contrario.

Siempre he sido un buen alumno, por eso mis profesores me recomendaron a diversas compañías y pude conseguir un buen trabajo. Ganaba bastante bien para ser un veinteañero, todo marchaba de maravilla. Lamentablemente, conocí a Roxana. Era practicante en la empresa que laboraba, una norteña de esbelta figura, hermosa sonrisa y unos ojos cautivadores. Como era de esperarse, todo el mundo la molestaba, pero ella se fijó en mí. Hasta ahora no entiendo cómo no pude darme cuenta de lo convenida que era. Al principio, todo iba súper bien, pero luego se enojaba por todo y tenía que gastar mucho dinero en viajes, detalles y salidas, para que me perdone. Todo este tiempo quise sacar mi título, me metía en cursos, contrataba asesores, pero siempre dejaba las cosas a medias porque me sentía desmotivado, deprimido y tenía una fuerte dependencia por mi ex.

Señora Moro, Roxana me terminó hace poco y no he vuelto a saber de ella. Me siento frustrado por haber gastado tanto dinero en alguien como ella. ¿Qué hago para sentirme bien y empezar de nuevo? Ayuda.

Ojo al consejo

Querido Enrique, toda ruptura amorosa duele, pero con el tiempo pasará. Lo bueno es que te has dado cuenta que esa mujer no te convenía, sus sentimientos no eran verdaderos.

Te aconsejo que dejes de lamentar el tiempo y el dinero perdido. Lo mejor que puedes hacer ahora es trazarte como meta realizar tu tesis. Lo lograrás y te sentirás muy orgulloso de ti. Suerte.