No me dijo la verdad

Corina (35, Pueblo Libre) Doctora, necesito un consejo urgentemente, estoy muy confundida. Hace unos meses, en una fiesta, conocí a Jeffrey: simpático, hablador y alegre. Nos vimos por primera vez en el cumpleaños de un amigo y terminamos en un hotel. Lo repetimos la semana siguiente y la subsiguiente. Pensé que solo era cuestión de sexo, pero poco después me dijo que quería estar conmigo. Yo la pasaba bien con él al margen de los encuentros íntimos. Como nuestra relación había iniciado por atracción física, me di cuenta de que no sabía cuáles eran sus intereses, aunque parecía tener los mismos gustos que yo. A pesar de que la pasábamos bien, él era algo reservado. Yo soy de mente muy abierta, pero si hay algo que no soporto son a los metaleros. Tengo una formación religiosa, así que ellos me parecen satánicos. Un día me atreví a confesarle mi parecer y él se puso muy serio, nunca me había hablado de sus gustos musicales. Hace poco le pregunté si podía ir a su casa, él se ofuscó un poco, y entonces supe que trataba de ocultarme algo. Semanas después decidí darle una sorpresa en su cumpleaños, llegué a su casa y un tipo me abrió la puerta, tenía un look tenebroso. Adentro había un grupo de metaleros cantando unas extrañas canciones y entre ellos estaba Jeffrey. Me fui rápidamente, él me alcanzó en el acto y trató de decirme algo. Yo no supe qué hacer, sino decirle que no me vuelva a buscar. Desde ese día no lo he vuelto a ver, y aunque lo extraño me siento engañada. ¿Qué hago, doctora?

CONSEJO. Creo que exageraste un poco. Esperabas que él se amoldara a ti y tus gustos, pero no le diste una oportunidad para ser él mismo. Recuerda que una relación se construye de a dos.