Peleamos por su gato : "si no fuera por Piolín, nuestra relación sería perfecta"
Peleamos por su gato : "si no fuera por Piolín, nuestra relación sería perfecta"

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Marcela (33 años, El Agustino). Doctora Magaly, mi vida se ha vuelto un infierno desde hace un año. Mi novio Alberto es cariñoso, atento, trabajador y respetuoso, nos entendemos a la perfección. Sin embargo, ha surgido un terrible problema entre nosotros: su gato Piolín.

Desde hace casi un año discutimos constantemente porque él prefiere pasar más tiempo con su mascota, a la cual llama “hijo”.

Resulta que Piolín es un gato de casi 12 años que requiere de cuidados especiales por algunas enfermedades. Yo entiendo eso porque también me gustan los felinos, pero me parece que mi novio exagera con sus atenciones.

El día que cumplimos diez meses de noviazgo me dejó plantada en un restaurante debido a que su gato comenzó a vomitar. El muy desconsiderado me avisó cuando ya estaba en el establecimiento esperándolo. Al final, lo de Piolín no pasó a mayores.

Si bien él se disculpó por no avisarme a tiempo, aún me queda ese disgusto. Este es tan solo uno de los muchos desplantes de mi pareja por preferir atender a ese animal. Alberto me ha pedido que sea más comprensiva, pero realmente la paciencia se me acabó. No es justo todo lo que hace.

No sé qué hacer, doctora. A veces pienso que debería hacerlo escoger: prefiere al gato o a mí; pero es una situación muy ridícula. No obstante, todas nuestras peleas empiezan porque él me cancela los paseos, las cenas y las fiestas por el minino.

Debo confesar que es un buen hombre y si no fuera por su gato Piolín, nuestra relación sería perfecta. Señora Moro, ¿qué puedo hacer?

OJO CONSEJO: 

Marcela, creo que tú y tu novio deben hablar seriamente del problema. La comunicación y empatía es fundamental para que su relación se mantenga. Suerte.