Magaly Moro

Mario (28 años, Breña). Señora Magaly, necesito que me aconseje, siento que no soy un buen novio. Le cuento qué pasa. Violeta y yo tenemos tres años de relación. Me enamoré de ella porque me encantaba su alegría y picardía. Algo que también la caracterizaba era su buen corazón, siempre dispuesta a ayudar a otras personas. Además, tenía un físico que me atraía mucho, una silueta que me volvía loco. Era muy bonita en todo sentido.

Sin embargo, llegó la pandemia y con la cuarentena el trabajo se trasladó a casa. En estos meses, mi novia dejó de ir al gimnasio, estuvo mucho más tiempo en casa laborando y comenzó a comer más. Todo esto provocó que ella aumentara significativamente de peso. Subió 7 kilos y con esto perdió su hermosa figura. Ahora luce unos rollos en el abdomen que definitivamente no son nada agradables a la vista. Esto también ha causado que no tenga mucho interés en tener intimidad con ella. Antes solía contemplarla desnuda por algunos minutos porque admiraba su belleza.

Aunque suene horrible, no veo atractiva a Violeta y ella ya se está dando cuenta de esto. Últimamente me pregunta por qué no tenemos relaciones como antes, incluso me ha dicho que piensa que la engaño o que ya no la quiero porque engordó. Siempre esquivo las preguntas y le digo que mi poco apetito sexual se debe al cansancio.

Doctora, siento que está mal que la rechace, pero no puedo evitarlo. ¿Le digo la verdad a mi chica?, ¿le pido que baje de peso?

Ojo al consejo

Estimado Mario, entiendo lo que sientes. Si el cambio físico de Violeta te ha afectado tanto, tal vez es porque eso era lo único que te atraía de ella. Cuando realmente se ama, el físico pasa a un segundo plano. Analiza lo que sientes. Si te das cuenta que las demás cualidades de tu novia no tienen mayor valor para ti, aléjate. Ella se merece a alguien que la quiera tal cual es. Suerte.