Magaly Moro

Rosangélica (31 años, San Juan de Lurigancho) Doctora, me da mucha pena contarle mi historia, pero la actitud que tiene mi esposo hacia mi apariencia física me rompe el corazón. Según Alberto, yo sería mucho más hermosa si tuviera el cuerpo de las modelos que tanto ve en televisión.

Nosotros llevamos más de cinco años de casados; siempre he pensado que Alberto es el amor de mi vida, pero ahora no estoy segura si él piensa lo mismo sobre mí. ¿Por qué? Mi marido suele criticar mi cuerpo en todo momento y eso me hace insegura, como si se arrepintiera de haberme elegido como su mujer.

Por ejemplo, me para comparando con modelos de curvas infartantes, cintura diminuta y pechos grandes. “¿Por qué no haces ejercicio en casa para verte como ellas? O, por lo menos, échale una papa más al caldo”,  me dice entre otras burlas hirientes.

Doctora, yo soy una mujer de contextura delgada. Mis brazos y piernas son muy flacos y apenas se me marca la cintura. Por más que como, no puedo ganar peso como quisiera. Sin embargo, mi marido quiere que haga hasta lo imposible con tal de verme más voluptuosa. Incluso, me ha sugerido que me someta a una intervención quirúrgica, sabiendo que yo le tengo pánico a las agujas.

Lamentablemente, no sé si hacerle caso porque estoy cansada de salir a la calle con él y que se quede viendo boquiabierto a otras mujeres. Doctora, ayúdeme a tomar una decisión, no quiero que me deje por otra.

Ojo al consejo

Querida Rosangélica, no creo que debas cambiar de apariencia física para que alguien te ame.

Por favor, no pienses más en la idea de someterte a una cirugía. En lugar de eso, te aconsejo que trabajes en tu autoestima y en lo mucho que vales como mujer. Para lograrlo, lo mejor será que te separes de Alberto, pues él es el origen de tus inseguridades. Piénsalo seriamente.

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