Magaly Moro

Lucía (30 años, Villa El Salvador). Doctora Magaly, estoy desconcertada por la actitud de mi novio. Su nombre es Rubén.

Resulta que yo ya me siento una mujer realizada, trabajo en el área de comunicaciones de una empresa minera, gano un sueldo que me permite vivir cómodamente y he realizado estudios adicionales que me han permitido especializarme. También he viajado a varias ciudades del Perú y a otros países; siento que he disfrutado bastante de mi vida de soltera, por eso creo que ya me encuentro lista para ser mamá, amo a los niños.

Le he pedido a mi pareja tener hijos, sin embargo, Rubén me dice que aún no está listo, que es muy joven para tener esa responsabilidad, pero que podemos ir “practicando” con unos cachorritos. Sí, doctora, mi novio prefiere tener perros que hijos.

Me contó que un amigo suyo había rescatado de una acequia dos cachorros y que los estaba dando en adopción. Me propuso que se conviertan en nuestros “perrhijos”. “Los perritos se comportan como los niños. ¿Qué dices, amor?”, me dijo.

Su propuesta me pareció ridícula. ¡Cómo se atreve a comparar perros con hijos! Le respondí que no, que me parecía absurdo lo que me decía. Estoy segura de que tener hijos es una experiencia totalmente distinta.

No nos pusimos de acuerdo y, a pesar de eso, mi novio llevó a los animales a nuestro departamento. Eso me enfureció. Hace una semana me salí de allí, no pienso regresar hasta que Rubén bote a esos perros y me diga que está de acuerdo en tener niños en un corto plazo. ¿Usted qué opina?

Ojo al consejo

Estimada Lucía, estás presionando a tu novio a hacer algo que solo tú quieres cuando el deseo de tener hijos debe ser mutuo. Es una decisión que debe ser muy bien conversada por ambos para que tengan las cosas claras y, de ser el caso, llegar a un acuerdo. Por otro lado, no debes desquitar tu molestia con los animales, ellos pueden fortalecer tu relación. Suerte.