Magaly Moro

Luciano (31 años, El Agustino). Señora Moro, estoy bastante preocupado y disgustado con la decisión que está a punto de tomar mi señorita enamorada, Nancy.

Ella es una persona muy bondadosa, atenta y con un gran corazón. Precisamente, esas cualidades, más su innegable belleza, me cautivaron. Sin embargo, siento que ahora esa bondad le está jugando en contra.

Como usted sabrá, tras el derrame de petróleo ocasionado por la empresa Repsol, muchas personas, sobre todo chicas, han decidido donar su cabello para ayudar a reducir el impacto del desastre ecológico.

Muchas amigas de mi chica ya se han cortado su melena y le han pedido que ella también lo haga. Nancy me contó que, fuera de la presión de su grupo, sí estaba considerando donar su cabello que, por cierto, es súper largo y hermoso, lo tiene casi a la altura de la cintura. Por eso, de cariño, siempre le he dicho mi bella Rapunzel.

Doctora, el problema es que no quiere cortarse un poquito, como lo ha hecho la gran mayoría, sino ha decidido raparse todo. “A más cabellos, mejor”, me dijo. Inmediatamente, le dije que estaba loca y que no podía hacer ese sacrificio. “Crees que me veré fea, ¿no?”, me replicó. No lo voy a negar, no me imagino cómo se verá, pero no lo hago por eso, para mí ella es hermosa siempre, solo que no siento que sea necesario. Lo que sí me parecería una buena acción es que, al tener una cabellera tan bien cuidada, la done para hacer pelucas para pacientes oncológicos. ¿Qué opina, doctora?

Ojo al consejo

Querido Luciano, es importante que le comuniques tus razones de porqué crees que no es una buena idea que se rape. De lo contrario, ella podría centrarse solo en el tema físico. Lo de las pelucas para pacientes con cáncer me parece razonable. Si a pesar de lo que le dices, insiste en hacerlo, debes respetar su decisión y no recriminarle nada. Mucha suerte.