Magaly Moro

Margot (30 años, San Juan de Lurigancho). Doctora, desde que Claudio, mi pareja desde hace cinco años, empezó a trabajar en una nueva empresa casi ya no me presta atención. Está tan ocupado que apenas hablamos durante el día. Cuando regresa a casa, lo único que hace es tumbarse en la cama o ver televisión hasta quedarse dormido. No recuerdo cuándo fue la última vez que hicimos el amor.

Lo peor de todo es que no sé si deba reclamarle, porque yo fui quien le insistió que buscara un nuevo trabajo. En su anterior empleo era muy mal remunerado, doctora. Su sueldo apenas nos alcanzaba para comprar un par de cositas para la casa. Ahora le pagan muy bien, pero trabaja más de 12 horas al día; sale de casa a las seis de la mañana y regresa como a las once de la noche.

Yo estoy feliz de que haya conseguido un trabajo con buena paga, pero me siento triste porque nuestra relación ya no es la misma. Desde hace meses que no sé nada sobre él, es como si Claudio fuera un extraño que solo aparece para dormir, comer y volver a irse.

Doctora, yo he hecho un gran esfuerzo para tener un tiempito juntos, al menos en sus días de descanso. Pero parece que a Claudio ya no le apetece estar conmigo. “Quiero aprovechar mi día libre para dormir. Otro día salimos”, me dice aburrido.

Siento que ya no me ama como antes, doctora. ¿Usted cree que es solo el trabajo o ya hay otra mujer en su corazón? Ayuda.

Ojo al consejo

Querida Margot, tranquila, antes de que dejes volar tu imaginación y saques conclusiones apresuradas, mejor habla con tu pareja sobre cómo te sientes. Aborda el tema en un momento propicio, sin que suene como un reclamo o queja. Luego de ello, intenten concretar un horario para que ambos puedan pasar juntos. Recuerda que hay tiempo para todo, siempre y cuando exista iniciativa. Suerte.