Magaly Moro magalymoro@prensmart.pe
Francisco (30 años, Independencia). Estimada doctora Magaly, tengo una novia muy hermosa y de buen corazón, pero su pequeño hijo impide que seamos felices. Estoy dudando, no sé si seguir con ella o dejarla ir.
Tengo un año y medio de relación con Victoria. Es una mujer de 29 años, muy responsable, sencilla, cariñosa y muy bonita. Además, es una excelente madre, cuida y quiere mucho a su hijo. Por todas esas cualidades me enamoré de ella.
Al poco tiempo de comenzar nuestro romance, me di cuenta que su pequeño sería un obstáculo para nuestra felicidad. Sé que suena horrible lo que digo, pero es la verdad. El niño tiene 6 años y es muy engreído. Cada vez que visito a Victoria en su casa me convierto en víctima de las travesuras del menor.
Además, se porta muy malcriado conmigo. Suele sacarme la lengua y me exige que me vaya. Mi novia se ha dado cuenta de esto y me ha pedido que tenga paciencia con él.
Me ha asegurado que llevará a su hijo al psicólogo para que empiece a mejorar su comportamiento. Sin embargo, pasa el tiempo y no veo que el niño cambie su actitud. Por el contrario, en estos días el niño ha estado más insoportable.
El pasado sábado fui a tomar desayuno a la casa de “Vicky” y, en un momento de distracción, su hijo derramó quinua caliente encima mío. Lo hizo a propósito, no fue un accidente. Estoy seguro. Ya no tolero al niño. Amo a mi novia, pero no estoy dispuesto a permitir más faltas de respeto, no soporto más esta situación. ¿Qué me aconseja, señora Moro?
Ojo al consejo
Estimado Francisco, te aconsejo que converses con Victoria sobre el tema. Pídele que se ponga en tu lugar y trate de comprender cómo te sientes. Probablemente el pequeño necesita tratamiento psicológico. Lo ideal es que sea llevado con un especialista; si lo atienden, su comportamiento mejorará. Ten un poco más de paciencia. Mucha suerte.