La próxima vez que alguien te diga que se enamoró de ti a primera vista, no le creas. Según la ciencia y estudios relacionados lo que sientes es deseo y no amor. En esta investigación realizada en los Países Bajos, llegó a esta conclusión tras aplicar 3 herramientas: encuestas, un programa de citas rápidas y un estudio de laboratorio.
La atracción sexual por alguien, el deseo de relacionarte con él y la preferencia que te genere tienen que ver con tu historial (con lo que tu cerebro aprendió que es lindo para vos, por ejemplo), y todo tiene que ver con el contexto (tu estado de ánimo, las hormonas y demás), comentó Fros Campelo, investigador que tomó el tema por las astas.
El experto en neurociencia afectiva y social confirmó que lo único que puede intervenir en situaciones como estas dependen mucho de lo que haya podido vivir en el pasado. Es decir, si te gustaba un chico o una chica con determinadas características esto es lo que terminarás buscando consecutivamente. Por tanto, es natural que sientas el deseo de querer estar con esta persona y la intensidad.
La familiaridad de un producto en el mercado es algo que puede hacernos preferirlo. ¿Viste cuando todos consumen algo, que termina gustándote a vos? Lo mismo puede suceder con una cara al verla por primera vez, agregó.
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