Todas queremos un perfecto, con movimiento, brillo y fuerza. Sin embargo, casi todas ignoran que existen ciertas rutinas que, en lugar de ayudar, terminan por maltratar el cabello, dejándolo seco y con las puntas abiertas.

Cuando esto sucede, es común recurrir a diversos productos químicos para solucionar el problema. Si usted es una de estas personas, debe saber que no es necesario derrochar tanto dinero en vano. Para ello, Yanet Rabanal, técnico capilar de Konzil, detalla los errores más frecuentes que cometen las mujeres en su rutina diaria. Presta atención y evita hacerlas.

1. Secar el cabello de manera muy brusca

Por lo general, las personas frotan la toalla fuertemente contra el cabello para quitar el exceso de agua luego de la ducha. En consecuencia, éste se debilita y termina lleno de frizz. En su lugar, se recomienda hacer toques delicados desde arriba hacia abajo.

2. Recogerlo cuando aún está húmedo

Hacerse una cola de caballo o una trenza cuando el cabello está mojado hará que las fibras se debiliten, sobre todo si te haces la cola siempre a la misma altura, pues la presión se ejercerá constantemente en esa zona. Además, el cabello mojado genera más tensión en el cráneo, porque pesa aún más de lo normal. Esto podría, incluso, producir dolores de cabeza.

3. Dormir con el cabello mojado

Una melena húmeda tiende a ser más débil. Si no lo secas adecuadamente al momento de irte a dormir, tu cabello rozará con la almohada, haciendo que amanezcas con el pelo esponjado. Asimismo, la humedad afecta directamente al cabello, generando resequedad y porosidad.

4. Peinarse al salir de la ducha

Normalmente optamos por cepillar y peinar el cabello cuando está mojado para desenredarlo inmediatamente y con mayor facilidad. Error, esto solo debilita las fibras capilares, haciéndolas quebradizas. Lo más recomendable es peinarlo durante la ducha, iniciando con las puntas hasta llegar a la raíz, aprovechando que el acondicionador está haciendo efecto. Para esto usa un peine o cepillo de cerdas amplias y separadas.

5. No incluir tratamientos capilares

El shampoo y acondicionador son esenciales para el lavado del cabello. No obstante, se aconseja añadir una vez a la semana, un tratamiento o mascarilla capilar de ingredientes nutritivos, para hidratar y fortalecer las fibras capilares. Una buena opción es un tratamiento con gran variedad de proteínas, provitaminas, vitaminas, aceites y extractos.