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Como cualquier otro hábito, el estudio no es innato, se aprende día con día y por eso tiene cierto grado de dificultad. Sin embargo, una vez que se ha creado un hábito de estudio, se quedará con el niño para toda su vida. Por ello, vale la pena a estos cinco aspectos clave en el hábito de estudio para desarrollarlo desde temprana edad:

 

1. El lugar. Ayúdalo a preparar su propia zona de estudio. Tener un lugar exclusivo para esta actividad le dará mayor comodidad. Asegúrate de que sea un sitio espacioso, con buena iluminación y ventilación.

 

2. El momento. Empieza de a pocos, con rutinas que tengan una dedicación exclusiva de 15 a 20 minutos y después puedes ir subiendo la cantidad. Es preferible que sea después de para que no tenga el estómago vacío.

 

3. La motivación. Procura que tu hijo sienta que estudiar rinde sus frutos. Cuando alcance alguna buena nota, no dudes en felicitarlo.

 

4. Constancia. Si en algún momento el colegio no le envía deberes, es saludables que le pidas o alguna actividad relacionada con el estudio durante ese tiempo.

 

5. Uso de técnicas. No necesitas enseñarle a hacer cuadros o resúmenes desde pequeño, pero sí puedes ayudarle con algunas tácticas. Por ejemplo, empezar por las tareas más difíciles en vez de las más sencillas. Así, cuando esté por perder la atención, ya habrá superado lo más duro.

 

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