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A pesar de que el bullying o acaso escolar se ha convertido en un problema frecuente, muchos padres de familia no saben cómo detectar si su hijo es víctima de este tipo de hostigamiento.

El error más frecuente en el que caen los padres es creer que el maltrato es solo físico, por lo que -al no existir moretones o rasgos de agresión- automáticamente descartan que sus hijos son víctimas. Sin embargo, el bullying se refiere también a las agresiones psicológicas o verbales, que pueden resultar más peligrosas pues en muchos casos terminan en el suicidio. 

Es importante estar alerta a los indicios para actuar de manera oportuna y evitar tragedias. En caso se detecte que el niño es víctima de bullying, se debe alertar a las autoridades escolares de forma inmediata. Aquí algunas conductas a tener en cuenta:

No quiere ir al colegio. Muchas veces, los padres creen que el niño no quiere ir al colegio por flojera o porque prefiere quedarse jugando en casa. Sin embargo, puede ser que su negativa se sustente en el miedo que le genera asistir a la escuela en la que es maltratado. 

Se queda hasta tarde en el colegio. Los hostigadores escolares suelen actuar en ratos libres. Por esa razón, algunas víctimas prefieren ser los últimos en salir de clase para evitar a los "matones". 

Cambios de humor. Los cambios de humor son frecuentes y muy entre las víctimas de acoso escolar. Algunos se deprimen, otros empiezan a generar reacciones violentas. 

No habla del colegio. Cuando un menor evita las conversaciones sobre sus jornadas escolares, siempre es una señal de alerta para los padres. Esto se puede debar a muchas razones y el bullying puede ser una de ellas. 

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