Las relaciones demasiado duraderas corren el riesgo de caer en la rutina y la monotonía. El tiempo se vuelve un inhibidor sexual que termina por enterrar la pasión. Sin embargo, hay formas de evitar eso:
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Hagan del sexo una prioridad. Por ejemplo, programa citas sensuales cada semana y cumplan con ellas.
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Busquen tiempo a solas. La intimidad es difícil de alcanzar, especialmente cuando hay hijos de por medio. Intenten hacer cosas solos los dos. Lo demás llegará por sí mismo.
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Comuníquense. El diálogo es la mejor forma de mantener a ambos miembros contentos. Si alguno se siente cansado, aburrido o desencantado con su vida sexual, convérsenlo e intenten encontrar soluciones. Solo conociéndose se puede mantener viva la pasión.