A partir de la adolescencia muchos cambios empiezan a darse, entre ellos el hormonal. Algunos consideran que el acné es causa de tener la piel sucia, sin embargo, esta es causada por el exceso de glándulas sebáceas en la piel y la acumulación de grasa, células muertas y bacterias, logrando que los poros se cierren y se inflamen.
Estas glándulas sebáceas se estimulan con las hormonas que se activan desde la pubertad. No obstante, el acné es en parte a la genética. Es decir, si otros familiares tienen o han tenido acné, aumenta la probabilidad de que sus descendientes también lo tengan. Es por ello que se debe tomar en cuenta estos consejos para reducir la cantidad y las erupciones.
1. Limpiar la piel. El acné se forma por exceso de grasa, por eso es importante tener la piel limpia, se puede usar paños húmedos o lavarse la cara con jabón de glicerina, sin perfume. Evitar los jabones fuertes, con alcohol, ya que puede irritar o secarla. La limpieza debe hacerse después de los ejercicios, ya que el sudor bloquea los poros. En el caso de maquillarse, es mejor usar comedogénicos o no acnegénicos, es decir que no cierre los poros.
2. Alimentos. Evitar el exceso de consumo de comidas con grasa como frituras, condimentos o con picante.
3. Evitar la ropa ajustada. Eso aumenta las posibilidades de que salga acné en el pecho, espalda y puede causar irritación.
4. Tomar abundante agua. Es relevante tener la piel hidratada de una manera natural, esto se logra a través del consumo de agua y frutas que tengan agua como sandia, naranjas, mandarinas, melón, piña, coco, entre otros.
5. Practicar ejercicio. Mantiene el cuerpo en forma y permite quemar el exceso de grasa que acumula el cuerpo.
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