El verano suele ser una de las épocas favoritas de los niños, ya que pueden disfrutar de unas largas vacaciones y tardes divertidas en la playa o la piscina, no obstante, esta estación también los expone a padecer múltiples males estomacales como consecuencia del consumo de alimentos que no están frescos debido al calor. A continuación le detallamos algunas medidas preventivas para proteger la salud de los menores.
MALES COMUNES. Según la Dra. María del Pilar Saénz Naranjo, gastroenterólogo pediatra de la Clínica Stella Maris, entre las enfermedades más frecuentes se encuentran la gastroenteritis (inflamación del tracto gastrointestinal), la intoxicación alimentaria, las alergias alimentarias y el estreñimiento.
CUIDADOS. Para prevenirlas, la experta aconseja incluir prácticas de higiene, como lavarse las manos antes de comer o preparar alimentos, almacenar adecuadamente los alimentos y evitar exponer la comida al calor durante períodos prolongados. También debe asegurarse de que los niños se mantengan hidratados pero, en lo posible, evitar las bebidas con azúcares.
SÍNTOMAS. Alerta si el niño presenta diarrea persistente, dolor abdominal, náuseas, vómitos frecuentes o dificultad para evacuar.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA. Identifique posibles reacciones alérgicas al introducir nuevos alimentos en la dieta del bebé. Siga las recomendaciones de un experto.
LIMPIEZA. Desinfecte con agua y jabón los juguetes o lavarlos con un detergente suave si son de tela. Cuidado con lo que el pequeño se lleva a la boca.
Brinde a su niño una dieta que incluya una variedad de alimentos nutritivos y evita la exposición excesiva a alimentos procesados.
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