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La exposición a la radiación ultravioleta puede hacer mucho daño y a los niños que aún están formando sus defensas, mucho más. 

 

Si se trata de bebés, la doctora Yenny Vargas, dermatóloga de SISOL Joven, advierte que los niños menores de un año no deben exponerse al sol y recién a los seis meses, se les puede colocar bloqueador solar. La mejor protección es cubrirlos del sol en todo momento y evitarles largas jornadas al aire libre.

Aún si llevan sombrillas o sombreros, el efecto de la radiación se refleja en el asfalto de las veredas y en la arena de la playa. Y aunque no tenga quemaduras visibles, su dermis será más propensa a desarrollar cáncer a la piel, con el paso de los años.

 

Enseñales a protegerse

Acostúmbralos a usar su propio protector solar, que sea para niños. No es igual si les das un poco de tu bloqueador porque su piel es distinta. Explícales que la protección de bloqueador tiene que renovarse cada dos horas y cada vez que se sale del agua. No está comprobado que los bloqueadores puedan ser resistentes al agua.

 

Lo más recomendable es que estos productos vengan en presentación de crema o espray y con un factor de protección mayor a 30 por lo sensible que es la piel de los niños.