Irse de un trabajo puede ser alivio para algunos, ya sea porque están cansados de las condiciones laborales, ven la poca posibilidad de ascenso o tienen una mejor propuesta laboral. Sea cual sea el caso, es mejor dejar una buena impresión a tus antiguos empleados. Por eso, a continuación te damos algunos tips para que puedas renunciar de la mejor manera:
1. Avisa con anticipación. Antes de irte, debes comunicarle esta decisión a tu superior, con alrededor de un mes de anticipación, un tiempo promedio para que la empresa que dejas pueda iniciar un proceso de selección y encontrar al candidato ideal que te reemplazará. De este modo, ellos tampoco se verán del todo afectados por tu ausencia. Averigua si en tu centro de labores hay alguna normal que mencione un plazo mínimo para avisar antes de renunciar.
2. Prepara tu reemplazo. Como ya conoces las funciones específicas de tu puesto, puedes conocer a alguien que pueda ocupar tu lugar. Tal vez eso pueda hacerle más fácil la vida a tus jefes.
3. Conversa con tu jefe. Esta tiene que ser una conversación presencial. No por correo electrónico, ni teléfono; y asegúrate de que él o ella sea el primero o primera en enterarse de tu decisión. Resalta las cosas positivas de tu paso por la empresa y, con cuidado, puedes exponerle los aspectos que se podrían mejorar en el trabajo que dejas.
4. Trabaja igual que siempre hasta el último día. Aunque sepas que te vas a ir, no dañes la imagen y reputación ganada durante todo el tiempo que estuviste en la empresa por el desgano que puede generar los días finales en el empleo. Aunque ya no tengas que hacer méritos para ascender o para mantener tu puesto, no olvides que el algún momento puede que necesites de tus antiguos empleadores o, incluso, regresar a la compañía.
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