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Cuando los bebés empiezan a llorar, una de las explicaciones más comunes tiene que ver con el hambre. Sin embargo, el llanto puede ser señal de muchas otras necesidades del niño. Solo hay que saber diferenciar cada situación.

 

Control del apetito

En este caso, se debe resaltar que cuando el bebé está envuelto en un profundo llanto, ya es muy tarde para tener una buena toma. Lo más probable es que el bebé esté tan desesperado que no se sujete bien y succione desesperadamente.

El episodio será fastidioso para la madre e insatisfactorio para el pequeño. Para evitarlo, esté alerta ante las primeras señales.

 

Signos de alerta 

Por lo general, estos indicadores incluyen: agitación, movimiento de la cabeza en busca del pecho materno, abrir y cerrar la boca en señal de succión, estiramientos y ponerse el dedo en la boca.

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