En esta época del año, las prendas de lana, la calefacción y los cambios bruscos de temperatura provocan que la piel del se reseque y se vuelva áspera. Con el pasar de los años, este problema puede profundizarse y dejar signos visibles en la como arrugas prematuras y un rostro apagado y sin vida.

Al respecto, según especialistas en el cuidado de la piel de NIVEA, existen tres factores primordiales que causan esta indeseable sequedad: el frío, el factor genético y la constante exposición prolongada a duchas de agua caliente, siendo la última la causa más común.

Por otro lado, los principales signos que podrá observar en su cutis es el descarado de piel, enrojecimiento e irritación en ciertas zonas, grietas en los pómulos, picazón y rugosidad. Estas señales se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo, sin embargo, los lugares más comunes son el rostro, las manos, pies, brazos y la parte inferior de las piernas.

¿Qué hacer para solucionarlo?

Los especialistas de NIVEA recomiendan una crema humectante de larga duración a base de insumos naturales. Por ejemplo, la línea Nivea Milk está hecha con aceite de almendras, manteca de Karité y minerales naturales, la cual ayuda a mantener la piel hidratada mejorando su elasticidad.

Sin embargo, usted deberá escoger la crema humectante que mejor se adecúe a sus necesidades y tipo de piel. Lo ideal es que invierta en una de calidad y lo aplique en las mañanas, después de bañarse para aprovechar los poros abiertos y antes de dormir.

Además, se recomienda no bañarse con agua muy caliente, ya que el calor elimina la grasa natural que componen las diferentes capas de la piel provocando resequedad. En su lugar, lávese solo el rostro con agua a temperatura ambiente y con un jabón especial para el rostro sin alcohol. Jamás utilice el mismo que usa para lavarse el cuerpo.

Por último, consuma una gran cantidad de alimentos ricos en vitamina C y beba entre 1,5 y 2 litros de agua al día.