¿Cuándo el deporte puede convertirse en un riesgo?
¿Cuándo el deporte puede convertirse en un riesgo?

Cuando una persona es joven y no tiene mayores molestias físicas suele confiar en que todo está bien. Sin embargo, es necesario estar pendiente porque aún entre los que consideran que llevan una vida saludable, se puede dar un fallecimiento inesperado. 

Es por ello que, Raúl Rivera y Aldo Castañeda, cardiólogos de la red de clínicas SANNA advierten sobre las causas y cómo prevenir este tipo de fatalidades según la actitud frente al deporte.

1. El profesional: Cuenta con evaluación médica constante y a profundidad. Tiene una fuerte carga física por su constancia al practicar deporte y el nivel de competición que necesita.

2. Recreacional no competitivo: Realiza actividades deportivas de vez en cuando, sin hacer mayor esfuerzo, sin “competir” con otro deportista el el mismo, este no tiene mayor riesgo. Ejemplo: sale a correr periódicamente.

3. Recreacional competitivo: Cuando se ejercita, lo hace con mucho esfuerzo y actividad intensa, “compite” con otros deportistas y con él mismo, en muchos casos sin haberse evaluado antes. Es el de mayor riesgo. Ejemplo: la persona que se inscribe en una maratón sin haberse preparado antes.

El deportista no profesional está más expuesto al riesgo porque no suele evaluarse, por tanto no sabe que está mal nutrido o no reconoce cuando está deshidratado y cuanto más estrés se provoque al cuerpo, el paciente tendrá más riesgo.

Lo ideal es regular el ejercicio, hacerlo de forma frecuente e ir incrementando el nivel de acuerdo a nuestras posibilidades porque si hacemos un ejercicio intenso de pronto y sin habernos evaluado correctamente. 

Conoce tu riesgo. La principal causa de la muerte súbita es un problema cardíaco, que sobreviene en el 15% de los casos. Aunque se asocia la palabra “ataque” a un infarto del miocardio, para que se produzca la muerte, tiene que existir alguna complicación como una arritmia o una alteración en el sistema de conducción del corazón.

“Todo comienza con la entrevista con un especialista. Averiguamos allí si el paciente era fumador o si presenta lesiones antiguas que no considera importantes. De acuerdo a ello se puede establecer el plan de exámenes y/o procedimientos adicionales (electrocardiograma, laboratorio, prueba de esfuerzo, ecocardiografia, etc.) para mantener monitoreado al paciente y a partir de los 40 años deben acudir al médico por lo menos una vez al año”, finalizan los especialistas.

TE PUEDE INTERESAR: