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Por:  | "Incluso si tiendes a vestir siempre igual, no importa; lo que cuenta es la actitud con la que lo llevas" esta frase podría sonar como la típica frase motivadora sacada de algún libro de autoayuda, pero si tomamos en cuenta su origen, tiene todo el sentido del mundo, pues la que lo dijo fue la mítica.

Considerada como una de las top models de la década de los noventa, pionera del "heroin chic look" y de la estética andrógina en una época en donde las mujeres eran casi perfectas e inalcanzables, a lo largo de su carrera la modelo ha usado miles de prendas e infinidad de tendencias, ha asistido a innumerables fiestas más de las que ella misma pudiese recordar, se ha relacionado con varios de los más interesantes hombres del planeta y su cuerpo ha sido fotografiado por los mejores fotógrafos. Y en cada una de esas situaciones, la supermodelo siempre tuvo 'el look', el cual quizás no era el mejor, ni el más prolijo ni el más impecable o favorecedor, pero fue algo infinitamente mejor: fue muy Kate.

Mucho antes de que marcas como Stella McCartney, entre otros, dictaminaron que el terciopelo sería el material estrella de la temporada –sobre todo en color azul–, la modelo británica ya lo llevó mucho antes, concretamente en 1998. Y lo hizo, además, con esa inconfundible pátina vintage (real o simulada) que tanto le gusta.

Esta temporada los kimonos están empezando a convertirse en el recurso perfecto para adentrarse en el (peligroso) terreno de la media etiqueta y, aunque su manual de uso a veces es un tanto complicado, la modelo ya lo llevaba así de bien a finales de los 90´s en el Festival de Cannes.

Puede que llevar paillettes no sea un mérito del que presumir porque es uno de los materiales más ubicuos de la historia de la moda, pero llevarlos en un vestido de manga larga y cuello cisne (que además le regaló Johnny Depp por su 21 cumpleaños) para una alfombra roja... Kate, eras (y eres) maravillosa.

Kate lo hizo antes que tú y que el resto de los mortales en la fiesta por el 60 cumpleaños de Mario Testino usando un vestido con falda de tul. Y lo hizo como mandan los cánones: jugando con las superposiciones y poniendo distancia con la estética grunge para acercarse al sexy.

Hay muchas posibilidades que cuando oigas 'slip dress' en tu cabeza se dibuje una imagen muy concreta: Kate Moss en cualquier momento de la década de los 90´s con un sencillo vestido de satén cortado al bies.

El off the shoulders no es patrimonio del verano 2016, ni mucho menos. El escote barco, como se ha llamado siempre, se ha versionado muchas veces, aunque casi siempre en un contexto formal y sofisticado. Y allí estaba Kate también.

Las colecciones para el próximo verano de Prada y Attico confirman la vuelta del look oriental en su versión más literal la próxima primavera. No alcanzamos a recordar si en 1991, año en que se tomó esta fotografía, también era tendencia, pero la modelo británica ya llevaba entonces el vestido de satén bordado.

Los zapatos destalonados han esperado pacientemente en el fondo del armario desde los 90´s hasta hoy para volver a convertirse en uno de los modelos clave. La modelo inglesa no fue una excepción y ya los llevaba con todo y a todas horas entonces, incluso mezclando distintos estampados. Kate también se adelantó a eso.

Es imposible entender el look de Kate Moss sin recurrir a unos skinny jeans (si son negros, mejor), pero la modelo también ha coqueteado con otras siluetas completamente opuestas a la del pitillo. Y como muestra, el look que escogió para asistir a la presentación de Topshop en 2006 con unos vaqueros rectos lavados.

Si hay alguien que, a lo largo de su carrera, haya apostado más y mejor por prescindir del sujetador, ésa es Kate Moss (sí, mucho antes que Kendall Jenner) como cuando usó el Dior vintage a una gala celebrada en el Victoria & Albert Museum en 2007.

Si Kate Moss lleva el traje de chaqueta de un color inesperado, desde luego no se va a ceñir a eso: lo llevará de un material especial (digamos satinado y con lunares) y con accesorios igual de alucinantes, como una estola de plumas. Pura inspiración.

Aunque llevar pijama (o prendas inspiradas en él) pueda parecer una excentricidad millennial maravillosa, tampoco es algo nuev. ¿Adivinas? Sí, efectivamente Kate Moss ya llevó hace tiempo una blusa de inspiración homewear.

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