Para muchas mujeres, dar de lactar es un gesto cargado de amor que, además de nutrir a los hijos correctamente, les brinda una experiencia única en la vida. Sin embargo, una postura incorrecta y otros malos hábitos pueden convertir ese sueño de todaprimeriza en una pesadilla.

Son muchas las razones por las cuales una mujer es capaz de sentir un profundo dolor lumbar luego de amamantar. Entre las causas más comunes se encuentran cargar mucho peso, colocar al bebé en una posición incómoda y agachar demasiado la cabeza.

Por supuesto, estos errores se solucionan con el pasar de los años y con la experiencia de un segundo hijo. No obstante, si usted se encuentra pasando por este tipo de situación, le brindamos unos tips para evitar que la lactancia sea sinónimo de dolor.

Un sillón confortable

Será su mejor aliado. Recuerde que, durante los primeros seis meses de vida del bebé, usted y él pasarán mucho tiempo juntos en aquel espacio para poder alimentarlo.

Por esa razón, elija un sillón con un respaldo amplio que le permita tener su espalda recta y que no hunda demasiado su cuerpo. Además, que posea un apoyo inferior para los pies.

A la altura del pezón

Cuando esté dando de lactar, es importantísimo que usted no se incline hacia adelante, forzando la curvatura de su espalda. Al contrario, la boca del bebé debe dirigirse directamente hacia su pecho. Para lograr esto, puede ayudarse con un par de almohadas debajo del menor hasta encontrar la altura indicada.

Cambie constantemente de posición

Durante media hora puede estar tumbada y otras de pie, caminando por la casa. Mientras más se mueva, mejor será para su espalda, cuello y piernas. Por ejemplo, durante las noches le recomendamos echarse a lado del bebé y darle el pecho mientras él también esté en esa posición. De esta manera, ambos disfrutarán de una máxima comodidad.

Almohada de lactancia

Existen una serie de instrumentos que la ayudarán a hacer más llevadero el proceso de amamamiento, siendo la más importante la almohada de lactancia.

Mediante el empleo de este artículo, la mujer mantendrá la espalda recta y  sus brazos libres de tensión. Ya sea en la cama o en el sillón, la almohada permite al bebé estar a la altura del pecho de la madre, sin la necesidad que ésta haga esfuerzo muscular.

Estírese

Luego de dar de lactar, no olvide relajar su cuerpo con yoga o alguna serie de ejercicios de bajo impacto de su preferencia. Por ejemplo, estirar los brazos de un lado a otro durante veinte segundos o doblar la cintura levemente de izquierda a derecha.

Tenga en cuenta que esta actividad no está pensada en hacerla bajar de peso, sino en relajar y estimular sus músculos contraídos luego de una hora de lactancia.