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La Met Gala tuvo presencia latina con la llegada de Eiza González y Salma Hayek, dos mexicanas de alto vuelo, quienes no dejaron a nadie indiferente con sus looks enfocados en la religión y el catolicismo, tema central de la comentada gala organizada por Vogue.

La más sobria de las dos fue Salma Hayek, quien llegó vestida de Joseph Altuzarra. La llegó acompañada de su esposo, Henri Pinault, dueño del conglomerado de marcas de lujos, Kering. Su vestido fue una reinterpretación del paraíso, según el imaginativo del mencionado diseñador, aunque muchos no quedaron contentos con su outfit.

Por su parte, Eiza González -la enemiga de - decidió seguir la silueta lápiz con un diseño de Prabal Gurung en látex negro y blanco, como una suerte de 'monja' sci-fi con toques sadomasoquistas. Algo que no terminó de cuadrar para muchos expertos, pero que sin duda hizo que muchos periodistas fijen su vista sobre ella. 

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