¡Este es el secreto definitivo para tener buenas relaciones íntimas!

Las relaciones sexuales son un problema que inquieta a miles de personas en todo el mundo, el desempeño y el goce son dos cosas que se vuelven materia de gran debate debido a que en nuestros días el sexo tiene mucha importancia.

El estrés, la acumulación de trabajo, la falta de sueño o muchos otros factores terminan condicionando las relaciones de pareja. Lo que se traduce en falta de satisfacción sexual entre los implicados en la relación.

Por mucho tiempo las personas han buscado la forma de combatir este problema y la ciencia tiene la respuesta. Lo que afecta el deseo sexual es la falta de agua, es decir de hidratación, el agua es un activador potente de la libido.

Estar bien hidratados no solo beneficia durante el acto amatorio, sino que el líquido también mejora la forma en la que se perciben las sensaciones eróticas, ya que la correcta secreción de hormonas como la testosterona también depende del suficiente oxígeno y agua que hay en el cuerpo.

La falta de hidratación afecta directamente al funcionamiento de las neuronas, provocando resequedad en la boca y falta de humedad en las zonas erógenas, dificultando el contacto entre ellas.

La peor idea que puede tener una personas es tomar líquidos fríos cuando quiere iniciar una relación sexual, esto debido a que el cuerpo deberá trabajar el doble para poder recuperar la temperatura interna que permite el funcionamiento correcto.

Si bebes una gran cantidad de agua fría o de cualquier otro líquido, enseguida sentirás más calor. Es por eso que antes de empezar con tus relaciones no debes beber líquidos fríos. Peor es sumergirse o ducharse con agua fría.

El choque de temperatura crea una sensación instantánea de frío que reactiva el organismo y hará que vuelva la sensación de calor, lo ideal es tomar un baño con agua templada o consumir agua “al tiempo” para empezar.

Los especialistas sugieren tomar por día entre 1.5 y 2 litros de agua, lo que equivale a 8 vasos, esto sin contar con el agua que ingerimos a través de las frutas y otros alimentos. El cuerpo aloja más del 60% de agua y basta con perder el 1.5% para que afecte el estado de ánimo y baje la energía.

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