A medida que el calor abrasador se hace sentir cada vez más fuerte, se incrementan los riesgos de sufrir diversas enfermedades asociadas a las altas temperaturas que afectan, especialmente, a niños, adultos mayores, gestantes y personas con enfermedades crónicas. “El calor puede afectar nuestra salud, desde la piel hasta la parte interna del cuerpo. Por ello, resulta importante prevenir descompensaciones y cuadros de deshidratación”, señala la Dra. Romy Mayta, especialista en salud ocupacional de B Braun. Al respecto, la experta da a conocer algunos males comunes en verano.
GOLPES DE CALOR. Se produce luego de exponerse de forma prolongada a entornos extremadamente calurosos o al realizar esfuerzos en las horas más peligrosas del día.
DESHIDRATACIÓN. Se presenta cuando se pierde más líquidos de los que se ingieren ocasionando que muchos órganos se vean afectados.
AGOTAMIENTO POR CALOR. Es una enfermedad que puede ocurrir después de estar expuesto por varios días a altas temperaturas, sin ingerir suficientes líquidos.
CALAMBRES POR CALOR. Son dolores o espasmos musculares que ocurren durante el ejercicio intenso. Pueden afectar el abdomen, los brazos o las piernas.
ERUPCIONES CUTÁNEAS. Conocidas como Irritación de la piel y son causadas por el exceso de sudoración. Es más común en niños pequeños.
BEBIDAS HIDRATANTES. Contienen una cantidad equilibrada de agua, azúcares y sales que favorece la absorción del líquido. Una buena opción es FruttiFlex.
ALGO MÁS
Las personas expuestas por largas horas al sol deben usar bloqueador, mayor de 30 SPF, ropa ligera, sombrero de ala ancha y lentes con protección UV.
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