¿Eres una adicta a los 'selfies'? ¡Esto dicen sobre tu sexualidad!

¿Te gusta tomarte muchos 'selfies'? Al parecer estás comunicando más de lo que debes sobre tu sexualidad al tomarte una fotografía a ti mismo. Según un reciente estudio realizado en la Universidad de Wageningen en Holanda y liderado por el investigador Christyntjes Van Gallagher, tomarse muchos 'selfies' indica que la persona  tiene poco sexo. ¿Se cumple en tu caso?

El estudio, denominado 'El rodaje de las dificultades y la soledad', indica que este tipo de fotos se convierten en un llamado de auxilio para quienes se sienten abandonados en las atenciones sexuales. Para llegar a esta conclusión se analizaron a 800 personas adictas a la moda del selfie y se halló que el 83% de los aficionados a estas fotografías no tiene vida sexual activa.

“Los adictos a las ‘selfies’ evalúan su nivel de bienestar en la imagen que construyen de sí mismos, utilizando las tecnologías para manipular la imagen real que obtuvieron de sí mismos y así poder vender algo que no existe y sienten ellos, sin entender que la vida no es un Photoshop“, explica Gallagher.

Otros hallazgos...

Además, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California descubrió que hacerse 'selfies' diarios puede ayudar a aumentar el estado de ánimo de las personas, además de ayudar a combatir la sensación de estrés y de soledad.

La investigación, publicada en la revista Psychology of Well-Being,  participaron 41 estudiantes (28 mujeres y 13 hombres), que completaron un cuestionario general y pasaron una entrevista sobre su estado de ánimo antes del estudio. A continuación, los participantes fueron divididos en tres colectivos: los del primer grupo, que se sacaron selfies diarios; del segundo, que fotografiaron cosas que les hacían felices; y del tercero, que captaron imágenes de las cosas que pensaban que harían felices a otros.

¿Qué pasó? Los resultados mostraron que los tres grupos experimentaron una mejora en su estado de ánimo, aunque de manera diferente en cada grupo. El primer grupo experimentó un aumento de confianza y de bienestar; el segundo afirmó que se sentía más reflexivo y agradecido; y el tercero aseguró sentirse más tranquilo y menos estresado, también argumentaron que tenían una mejor conexión con sus familias.

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