Estudios afirman que el ayuno no contribuye a bajar de peso
Estudios afirman que el ayuno no contribuye a bajar de peso

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, pero su nombre, precisamente, habla de la ingesta de alimentos para evitar el "ayuno" o dejar de estar sin alimento. Esto nos lleva a preguntarnos ¿qué es el ayuno? Conozcamos un poco más sobre esta práctica misteriosa que muchos optan por seguir y que afirman tener resultados positivos (y en otros, no tanto). 

El ayuno es la práctica de abstenerse de  por un periodo de tiempo. Hoy, hablaremos del ayuno intermitente, es decir, de aquel que se da cada cierto tiempo por un periodo de 18 a 24 horas. Esto quiere decir que las personas que lo practican se abstienen de tomar alimentos y solo beben agua para mantenerse. Es así que, diversos estudios señalan que el ayuno es bueno para nuestra salud, en ciertos aspectos. Según el  del Centro Médico Intermountain en Utah, Estados Unidos, el ayuno reduce el riesgo de  y de la .

Aunque parezca extraño, el organismo libera colesterol, tanto del bueno como del malo, en la ausencia de alimento para mantenerse activo. Al hacerlo, se aumentan los niveles de colesterol en la sangre por el hambre y estrés. No obstante, este se va "quemando". ¿Cómo así? Al convertirse en grasa y evitar que el cuerpo sufra descompensaciones, se disminuyen el número de adipositos o células de grasa. En palabras de los investigadores, "esto es importante porque cuanto menos células de grasa tenga el organismo, menos probabilidades de sufrir , resistencia a la insulina o diabetes".

No obstante, se debe considerar que el ayuno no sirve para perder peso. Según comenta Anabel Fernández, dietista-nutricionista, está "totalmente desaconsejado porque con un ayuno nuestro cuerpo entra en 'modo ahorro' y pierde, sobre todo, líquido. Al volver a comer, recuperamos enseguida el peso y, a veces, incluso más". Además, también se pierde masa muscular lo cual es contraproducente si deseas perder peso, pues son los músculos los que más energía (convertida en grasa), "queman" al hacer deporte.

Además puede tener, otro tipo de riesgos. Si bien ayuda en cierta forma a la salud cardiovascular, puede traer consigo otros efectos como intolerancia al frío,  y boca, halitosis, cefaleas y cálculos biliares. Por lo tanto, no es solo cuestión de dejar de comer por intentar hacer algo distinto, es analizarlo con un médico y evaluar la posibilidad de acuerdo al estado de salud en el que te encuentres.

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